Brujuleando

Brujulear. Verbo, infinitivo, 1ª conjugación, acto de... no se sabe bien.  A José Luis Sampedro no es necesario presentarlo, seguro que habréis leído alguno de sus libros. Es una persona que tiene cierto carisma, que se lo da la experiencia de haber vivido y batallado en muchos campos. Yo le tengo mucho respeto y me cae muy bien. También me cae bien Chenoa, porque creo que se ha peleado la situación que un día se le presentó delante. Es una mujer luchadora. Ninguno de los dos, quizás el primero menos que el segundo, tienen que demostrar nada. Pero...

Este artículo que escribo viene a cuento de que he leído en Aulablog un artículo firmado por Miguel  haciendo referencia a otro aparecido en el suplemento semanal XL Semanal. Al mismo tiempo, "brujuleando", he encontrado en el blog de Manuel M. Almeida una elegante referencia a Chenoa aparecida también en XL Semanal. Si habéis leído todas las referencias habréis comprobado que la casualidad y el azar mezclan historias y personajes. Internet, y por alusiones directas las TIC, es decir, los planteamientos educativos que se derivan de la utilización de los recursos que ofrecen están en entredicho porque:

• Por un lado, Sampedro comenta que el uso de los ordenadores puede dar lugar a que no existan relaciones entre iguales, y como resultado puede darse un aumento de la violencia en los colegios. Dice que los alumnos no aprenden a "brujulear" entre ellos. En una respuesta anterior también dice que no usa Internet aunque confia en él porque ha dado lugar a Portoalegre.
• Chenoa no se corta. Dice que prohibiría la libertad de Internet, da libertinaje. Dice que en Internet hay demasiada información y que se debería controlar.

 

Sí estoy de acuerdo con Sampedro, que dice que hay quien cre que meter ordenadores en las escuelas va a mejorarlas. Las TIC no son más que otro recurso, muy potente, que tenemos que "saber utilizar". La respuesta a estos dos casos es un poco mezcla de las ideas de Miguel en Aulablog y la refrencia de Manuel en Mangas Verdes -su blog-.

Deberíamos pensar qué es lo que ha ocurrido cada vez que se ha producido un avance tecnológico: incomprensiones, a menudo mala utilización por la saturación de uso. Después, poco a poco se han ido admitiendo como un elemento más de nuestra vida. A nadie se le abliga a tener télefono móvil -es un decir-, cada uno llama como quiere.

Miguel se plantea si las TIC son capaces de lograr avances en la educación en valores. Yo creo que sí. Las TIC, Internet, es buen panorama para saber elegir y decidir. Aquí es dónde se ponen en práctica los contenidos actitudinales que hemos tratado de enseñar. Existen filtros para navegar, podemos diseñar trabajos más o menos dirigidos, pero debemos reconocer que en la red se pueden encontrar con páginas desagradables y tienen que saber reaccionar ante ellas. Y queremos que reaccionen adecuadamente, según su edad.